El caramelo es un dulce, más o menos duro, que, a medida que lo vamos chupando, va soltando sabor y se va, poco a poco, deshaciendo en nuestra boca hasta desaparecer. Existen muchos y variados tipos de caramelo, con múltiples sabores, mezclas exóticas, texturas, formas y tamaños. Podemos tomarlos en cualquier momento y durante todo el año y, además, es muy asequible a cualquier bolsillo.
Lo que realmente hace al caramelo ser tan apetecible no es lo que he escrito en el párrafo anterior. No, lo que hace a un caramelo ser lo que es, es el espacio de tiempo en el que lo saboreamos y no pensamos en nada más que en disfrutar del sabor, en el momento. En muchas ocasiones, nos hace recordar un instante en nuestra vida, a alguien o simplemente despierta una sensación en nosotros mismos.
Ten momentos para ti, para saborear tu vida, para pararte a degustarla, probarla, disfrutarla, porque, como los caramelos, tenemos breves momentos de felicidad y esos hay que vivirlos con intensidad antes de que terminen. y… ¿por qué no? Si lo deseas, puedes compartirlos con quien desees.
Abrazos positivos.
Metodo Estanislao
Música: Musicoterapia