El concepto de batido es sencillo: juntar varios ingredientes en un recipiente cerrado, tipo jarra, y, mediante una batidora, licuarlos. Posteriormente, se sirve la mezcla en vasos y se bebe.
Vale, la teoría está bien. La dificultad está en combinar bien los ingredientes, ya sean frutas, verduras u otros, de tal manera que la mezcla final tenga un sabor que guste, que sea nuevo, pero que también podamos redescubrir los matices de los ingrediente que lo conformaban.
No importa si el resultado es dulce, salado, picante, etc. Lo importante es el equilibrio final de sabores. Puede que lo hagamos para refrescarnos, tonificarnos, aportarnos nutrientes, vitaminas, etc. Da igual.
A lo largo de nuestra vida, los ingredientes que vamos a tener a mano son las personas, su personalidad, las emociones y sensaciones que nos transmiten, la relación con ellas y los sentimientos que despiertan en nosotros, los lugares y aromas… una infinidad.
El equilibrio, en la combinación de todos estos aspectos, es lo que nos va a aportar aquello que nos alimentará por dentro, que nos llenará y nos hará sentir mejor, bebiendo la vida en cada momentos que queramos. Si la combinación no nos gusta, lo mejor es probar otra. Sin más. Busca siempre lo que te haga feliz y aquello que lo convierta en positivo.
Abrazos positivos.
© Método Estanislao
Música: Música Relajante, de Meditación, Música para Dormir