Publicado en Cononcerse a uno mismo, Etapas de la vida, Experiencia, Relaciones personales, Transformación, Vivencias

La caída

Ayer me caí al suelo y me hice una herida de la que brotó sangre, no demasiada, pero sí la suficiente para darme cuenta de lo frágil que somos y, al mismo tiempo, de nuestra capacidad para reponernos de un accidente tan común como puede ser ese, una caída.

Fue esa caída la que hizo que me diera cuenta de que, en nuestra vida, en nuestras relaciones personales, cuando alguien deja de estar a nuestro lado, ya sea pareja, amigo, conocido, etc., tenemos la sensación de que nos va a costar seguir adelante y que el recuerdo de esa persona nos va a condicionar y dejar un vacío que será mas o menos difícil de llenar.

Sin embargo, si aplicamos la teoría de la caída, nos daremos cuenta de que no tiene por qué ser así. El dolor de la caída es pasajero, como lo es la contusión o herida posterior, pero siempre acaba sanando. Si nos ocupamos de ella desde un principio antes sanará y antes volveremos a ser nosotros, pero con más experiencia y sabiendo qué debemos evitar para que nos vuelva a ocurrir lo mismo o, si vuelve a suceder, curarnos mejor y en menos tiempo.

Nadie es tan importante como tú.

Abrazos positivos.

Alejandro Guillán

El método Estanislao

Música: Little Soul

Anuncio publicitario

Autor:

Siento que podemos encontrar lo mejor en cada uno de nosotros. Creo que nuestro camino vital se alimenta de aquello positivo que hayamos sembrado en él y vuelve a nosotros para completarnos hasta que ese mismo camino termina. Abrazos positivos.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.