Estar parado no es estar quieto.
Hay momento en nuestra vida en los que necesitamos detenernos para saber en qué momento estamos de nuestro camino, dónde nos encontramos y qué hemos recorrido hasta ese mismo instante.
Una vez que somos conscientes de ello decidimos si continuamos nuestro camino, si debemos reconstruirlo o, sencillamente, iniciar uno nuevo, dejando todo atrás, pero tomando lo hecho hasta ese momento como un aprendizaje para no volver a trazar otro similar.
Lo esencial es ser conscientes de quiénes somos y qué queremos en cada momento, hacia dónde queremos focalizar nuestros esfuerzos, necesidades y para qué utilizarlos.
Quizá, también es importante señalar que en ese descubrimiento visualizaremos nuestro reflejo en el espejo, siendo conscientes de lo bueno que hayamos hecho, de lo menos bueno y de lo peor de nosotros mismos.
Lo positivo es tomar toda esa experiencia, asumirla, reconocer en qué hemos fallado, en qué acertamos y continuar creando un camino lo más positivo para nosotros y, por extensión, para todo aquello que nos rodea y las personas que estén en nuestro círculo más íntimo, personal, cercano o ninguno de ellos.
Abrazos positivos.
Alejandro Guillán.
EL método Estanislao
Música: Zona Lofi