Tu mirada me importa porque, cuando transmiten felicidad, entonces me alegra que te sientas así.
Si los veo tristes, me acercaré a tu rostro y te rodearé con mis brazos para que no soportes sola el dolor y sepas que estoy contigo.
Cuando miren nerviosos o inquietos, tomaré tu mano para que encuentres la calma y tu corazón recupere su ritmo.
Si quieren hablar, me sentaré frente a ti y escucharé lo que quieren decir, aunque no haya una sola palabra entre nosotros.
Y todo lo hago porque me importas tú y tu vida.
Abrazos positivos.
Alejandro Guillán
El método Estanislao