Este año ha sido el momento de un cambio importante en nosotros, desde el punto de vista íntimo, personal, familiar, social, laboral, etc. Y lo más duro ha sido tener que reconstruirse. Es decir, reparar todo aquello que la pandemia ha dañado y destruido.
Pero ha sido este mismo virus el que nos ha hecho darnos cuenta, en la mayoría de los casos, de cuáles son nuestras prioridades, quiénes son realmente las personas que han estado a nuestro lado y, como no, nuestra capacidad para adaptarnos a una pandemia mundial y salir más fuertes, física y emocionalmente.
Este hay que tomarlo como un año de transición en el que hemos reconstruido todo nuestro mundo, en el aspecto más literal, emocional y personal de la palabra.
Por eso, debemos seguir recorriendo nuestro camino vital sabiendo que todo lo que hemos pasado y superado va quedando atrás y que todo lo que nos queda por delante será infinitamente mejor.
Abrazos positivos.
Alejandro Guillán
El método Estanislao
Música: Musicoterapia