La orilla es una frontera, es un paso previo al siguiente. Es donde llega el mar y se hunde en la arena una y otra vez.
La orilla es desde donde partimos para llegar otro lado, aunque no sepamos lo que nos encontraremos cuando lleguemos, aunque tengamos miedo de avanzar o descubrir.
Pero también es el lugar, el punto en el que esperamos, en el que aguardamos por algo o por alguien. Donde nos detenemos a pensar, tomamos decisiones esenciales y vitales o, sencillamente, es donde queremos estar en ese momento, ese instante, sin más.
Una orilla no es más que un sentimiento de final y de comienzo de algo. Es donde descargamos todo aquello que hace que la mochila la sintamos cargada y recargamos nuestras energías.
La orilla, para mí, es donde encuentro mi lugar en el mundo en el que sentirme bien, a gusto, positivo y donde he compartido momentos buenos y menos buenos, pero que siempre me han enseñado algo, que me han transformado en quien soy hoy día, en, quizá, una parte de lo mejor de mí mismo.
Busca siempre esa orilla positiva en tu vida.
Abrazos positivos.
Alejandro Guillán
El método Estanislao
Música: Musicoterapia